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Major League Baseball aprobó que la tecnología Automated Ball-Strike (ABS) entre en acción en la temporada 2026 en forma de sistema de desafío: los árbitros humanos seguirán llamando los lanzamientos, pero pitchers, catchers o bateadores podrán disputar llamadas puntuales y pedir la revisión automatizada.
La llegada del llamado “robo-ump” deja de ser prueba experimental: el comité de competencia de la MLB votó a favor de llevar el Sistema Automatizado de Bola/Strike (ABS) a la liga mayor en 2026, tras años de pruebas en las ligas menores, en el spring training y en el Juego de Estrellas. La decisión busca mejorar la precisión en las decisiones más discutidas —las bolas y strikes— sin suprimir completamente la presencia del árbitro en el home.
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El ABS combina una red de cámaras de seguimiento —la implementación final usa una docena de cámaras Hawk-Eye alrededor del campo— con una red privada 5G para procesar la trayectoria del lanzamiento en tiempo real. El software ubica dónde pasó la pelota respecto a una zona de strike bidimensional situada en el centro del plato; esa zona se ajusta a la estatura certificada de cada bateador (el límite superior e inferior se calculan a partir de porcentajes de su altura). En la práctica esto permite determinar, milimétricamente, si “tocó” la zona o no.
¿Significa eso que la computadora llamará todos los strikes a partir de 2026? No —esa fue una decisión deliberada: MLB aplicará el ABS en forma de sistema de desafío.
El flujo operativo será así:
La tecnología ya pasó por ensayos reales: ABS se usó en Triple-A desde 2022 y tuvo pruebas en Grandes Ligas durante el spring training de 2025 y el All-Star Game. En esos ensayos los equipos ganaron el 52.2% de las apelaciones, una cifra que ofreció datos útiles para afinar el sistema (por ejemplo: quiénes tuvieron más éxito al desafiar y en qué momentos del juego). Esa experiencia ayudó a definir límites prácticos —número de desafíos, tiempos de revisión, y la forma de medir la estatura del bateador— antes del salto definitivo a la temporada regular.
Convivirán con la máquina. El arbitraje en el plato no desaparece: el umpire seguirá realizando la llamada inicial, manejando el juego y aplicando disciplina en el terreno. El ABS actúa como segunda instancia, disponible solo en los casos que los jugadores autorizados soliciten. Esa fórmula fue elegida porque gran parte de la comunidad —jugadores, umpires y directivos— prefirió preservar el componente humano del juego (y elementos como el framing del receptor) mientras se gana en consistencia y se reduce el conflicto por llamadas claras. Además, MLB espera que la herramienta ayude a disminuir el número de expulsiones relacionadas con protestas por bolas y strikes.
Estas transformaciones serán graduales, porque la intención del comité ha sido introducir ABS paulatinamente y con supervisión.
La MLB da un paso grande hacia la tecnología sin romper del todo con la tradición. El ABS Challenge System llega después de pruebas prolongadas y con reglas pensadas para combinar precisión, rapidez y el factor humano que hace único al béisbol. La temporada 2026 será la primera en la que los fanáticos verán ese equilibrio en acción de manera regular —y, como todo cambio mayor, promete debates, ajustes y, seguro, momentos memorables en los que la ciencia y la pasión del juego muy probablemente colisionen. No faltará la polémica.
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