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Los Mariners dominaron en el primer capítulo de la Serie de Campeonato de la Liga Americana ante los Blue Jays. Bryce Miller brilló con 6 entradas, Cal Raleigh empató con un jonrón y Jorge Polanco añadió dos imparables decisivos para sellar la victoria 3-1.
TORONTO — En el Rogers Centre, frente a una afición que buscaba encender la noche desde el primer lanzamiento, los Seattle Mariners ejercieron su calma y oficio para imponerse 3-1 sobre los Blue Jays en el Game 1 de la ALCS. Fue una victoria que combina momento, temple y algo de dramatismo, algo muy propio del espíritu de postseason.
El duelo arrancó con un estruendo: en el primer lanzamiento del partido, el jardinero derecho George Springer envió la pelota afuera, para un cuadrangular solitario, y puso el 1-0 de entrada, lo que hizo estallar a la grada local. Un golpe tremendo de energía para Toronto.
Pero Seattle no se inmutó. Bryce Miller, programado para lanzar con escasos días de descanso, se erigió en pilar. Superó un primer episodio tenso —llegó a tener las bases llenas— y luego asentó su dominio. Seis entradas completas, solo una carrera admitida —el jonrón de Springer— y dos imparables permitidos. Y en medio de todo eso, recetó tres ponches.
Posteriormente, el bullpen de los Mariners —con Gabe Speier, Matt Brash y Andrés Muñoz— se encargó de finiquitar el resto del trayecto con solvencia, y logró contener el empuje ofensivo de los canadienses en las tres últimas entradas.
La reacción de Seattle comenzó a gestarse en el sexto. Con corredores en posición, Cal Raleigh emparejó el marcador con un tablazo que voló la cerca y logró esa solitaria carrera que silenció parte del estadio. Fue su segundo cuadrangular (3ra. anotación) en esta serie de playoffs.
Luego, el quisqueyano Jorge Polanco rompió la igualdad con un sencillo remolcador que permitió anotar a Julio Rodríguez. Más tarde, en el octavo inning, Polanco conectó de nuevo un hit con valor de carrera para ampliar la ventaja a 3-1. Desde ese momento, la ventaja sembró confianza y control para los Mariners.
Toronto trató de reaccionar con pocas armas: su ofensiva quedó contenida por el solvente desempeño del pitcheo marinero, y se limitó a solo dos hits en todo el juego después del cuadrangular tempranero de Springer. Kevin Gausman, en la lomita local, también trabajó dignamente, pero cedió en momentos clave.
Cuando el derecho mexicano Andrés Muñoz cerró con autoridad el noveno capítulo —se llevó el salvamento—, Seattle se llevaba la victoria y el mando de la serie 1-0, con la sensación de haber enviado un mensaje potente: están de vuelta, con fe, con paciencia, y con hambre.
Este es el primer juego de una Serie de Campeonato que Seattle Mariners gana desde el 20 de octubre de 2001, cuando le dio una paliza 14-3 a los Yankees en el Bronx y evitó la barrida de esa serie que los neoyorquinos iban ganando 3-0. A la postre, los Yankees se llevarían la serie a casa.
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