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El chileno Sebastián “Ardilla” Álvarez combina paracaidismo y surf al lanzarse desde un helicóptero y aterrizar sobre una ola artificial gigante.
Sebastián Álvarez, conocido como “Ardilla” en el mundo del deporte extremo, realizó una hazaña que fusiona dos mundos: el aire y el agua. Se lanzó desde un helicóptero con un paracaídas y una tabla de surf, descendiendo con precisión para aterrizar sobre una ola artificial de gran tamaño, diseñada para soportar el impacto y permitir el deslizamiento.
La maniobra exigió coordinación perfecta entre piloto, diseñador de la ola y el propio Álvarez. El paracaídas fue liberado en el momento exacto para permitir la transición del vuelo al surf sin perder velocidad ni estabilidad. El resultado fue una secuencia fluida que parece sacada de una película, pero fue real.
Este tipo de hazañas no solo impresionan por su dificultad, sino por su capacidad de expandir los límites del deporte. Álvarez demuestra que la creatividad y el riesgo pueden generar nuevas disciplinas híbridas. Su salto fue registrado en video y ya circula como uno de los momentos más impactantes del año.
El 23 de abril de 1999, Fernando Tatis, a menos de dos años de haber debutado en las Grandes Ligas, alcanzó una proeza inédita que estableció además un récord todavía vigente. "Tienes más probabilidades de ganar la lotería", bromeó su compañero Mark McGwire.
El sueco Armand “Mondo” Duplantis elevó nuevamente la vara del atletismo al saltar 6.29 metros en Budapest, con lo que superó su propia plusmarca mundial y marcó su 13ª hazaña récord en salto con garrocha.
El veterano portero brasileño Fábio, de Fluminense, rompió el récord mundial de partidos oficiales disputados al alcanzar su aparición número 1.391. Supera así al legendario Peter Shilton, y consolida su legado global en el fútbol.
