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Entre los años 1956 y 2025 —según Baseball Reference— 930 dominicanos han llegado a las Grandes Ligas. He aquí el primer capítulo de una reseña acerca de los quisqueyanos que dieron el salto a la Gran Carpa y dejaron huella en el deporte del diamante.
El autor de la serie que inicia hoy en Faro Deportivo se motivó para escribir el libro Dominicanos en Grandes Ligas: Hechos y Hazañas en el año 1986, cuando era editor deportivo del periódico El Nuevo Diario, productor de la columna diaria Las Mayores al Vuelo y comentarista de una cadena de transmisión de juegos del magno espectáculo del béisbol.
La razón principal que lo llevó a escribir el libro en 1986 fue porque en ese año se alcanzó el centenar de quisqueyanos que la más exigente fiesta de béisbol profesional había recibido a lo largo de la historia. Eso convirtió a República Dominicana en la principal potencia latinoamericana en las Ligas Mayores ya para esas fechas.
El ascenso del lanzador Hipólito Peña por parte de los Piratas de Pittsburgh en 1986, lo convirtió en el dominicano número 100 en arribar a las Grandes Ligas, 30 años después de que Osvaldo Virgil hiciera su histórico debut con los Gigantes de Nueva York, allá por el año 1956, y así llegar a ser el primer criollo en escalar la ansiada cima.
Datos ofrecidos en el libro Béisbol Dominicano, editado en 1967 por Fernando A. Vicioso y Mario Álvarez Dugan, indican que la práctica del béisbol en la República Dominicana data de los últimos meses del año 1891. Tras tantas décadas, parece extraño que hasta el año 1967 solo hubiesen llegado 18 jugadores quisqueyanos a las Grandes Ligas.
Las crónicas refieren que durante las décadas del 30 y 40 el país produjo auténticos portentos con calidad de sobra para jugar en las Ligas Mayores de los Estados Unidos. Sin embargo, la discriminación racial les impidió llegar hasta allí, al igual que ocurrió con otros destacados atletas procedentes de naciones latinoamericanas donde el popular deporte se practica.
Ejemplos de ello fueron los casos de los criollos Tetelo Vargas, Horacio Martínez, los hermanos Pepe y Guigui Lucas y los hermanos Báez, entre otros.
En el año 1955 el béisbol rentado dio un paso de notable trascendencia al formarse la Liga Dominicana de Béisbol Profesional Incorporada, a través de la cual quedaba establecida de manera institucional nuestra afiliación al béisbol organizado de los Estados Unidos.
Lo cierto es que tuvieron que pasar 30 años para que arribase a la MLB el dominicano número 100, y en los siguientes 40 —que rigurosamente aún no se han cumplido— la cifra fue de 830. Una clara tendencia exponencial que se mantiene a día de hoy.
Tras la llegada de Jackie Robinson, la pléyade de estelares figuras de afroamericanas que siguieron sus pasos estuvo conformada por talentos de la talla de Willie Mays, Hank Aaron, Frank Robinson, Larry Doby, Ernie Banks, Roy Campanella y Monte Irving, entre otros.
Sin embargo, desde hacía ya un tiempo, el béisbol había cautivado el corazón de la afición nacional debido al frenesí de los torneos locales, principalmente en la etapa del denominado “Béisbol Romántico”, con la participación de los tradicionales equipos Tigres del Licey, Leones del Escogido, Estrellas Orientales y Águilas Cibaeñas.
Así fue que año tras año, y cada vez con mayor afluencia, República Dominicana ha ido generando talento y bravura con el guante y el bate que fueron a destacarse en diferentes franquicias de la mayor organización del béisbol mundial.
Siempre con estadísticas de Baseball Reference, las cuatro ciudades que mayor cantidad de jugadores quisqueyanos han aportado a la Gran Carpa son:
Habían ya pasado los años de postguerra y los Estados Unidos bullían como potencia industrial. Un jovencito nacido en Monte Cristi, con apenas 24, años tomaba su primer turno al bate con el uniforme de los Gigantes, que para esos años tenían sede en Nueva York.
(continuará)
Con imágenes de:
La nación quisqueyana recibirá en casa a decenas de países para competir en más de 30 disciplinas deportivas. ¿Estará el deporte dominicano a la altura que supo mantener en anteriores ediciones de los Juegos Centroamericanos y del Caribe?
Una historia que no muchos conocen acerca de tres beisbolistas consanguíneos llamados Fernando Tatís.
En la recientemente finalizada campaña de la MLB, el sensacional jardinero derecho del equipo San Diego Padres, Fernando Tatís Jr. agregó una nueva joya a la colección que atesora en su joven trayectoria —y que se proyecta hacia el futuro como uno de los jugadores más completos y talentosos— con apenas 26 años de edad
